En la primera fase en el grupo A el Maccabi Elite no dio opción alguna a sus rivales y terminó invicto para clasificarse a la liguilla para el título. El segundo clasificado el Pojat de Helsinki con (3-3) estuvo muy lejos de inquietar a los hebreos
GRUPO A
1. MACCABI ELITE (6-0)
2. TORPAN POJAT (3-3)
3. STEAUA BUCAREST (2-4)
4. SATURN KOLN (1-5)
En el grupo B el Cantu tampoco encontró oposición alguna en sus rivales para terminar líder invicto y pasar a la siguiente fase.
GRUPO B
1. CANTU (4-0)
2. WIEN (2-2)
3. PARTIZANI (0-4)
En el grupo C también fue muy clara la situación y el Partizan también terminó invicto ante el Praga y Eczacibi turco.
GRUPO C
1. PARTIZAN (4-0)
2. SLAVIA PRAGA (1-3)
3. ECZACIBI (1-3)
En el grupo D otro año más el Den Bosch no da lugar a ninguna sorpresa y no pierde su cita con la liguilla de los campeones. El Oostende intentó dar la réplica pero los holandeses como en los anteriores grupos terminaron liderando invictos, sin dejar opción alguna a sus rivales.
GRUPO D
1. DEN BOSCH (6-0)
2. OOSTENDE (4-2)
3. SUNDERLAND (2-4)
4. AMICALE (0-6)
En el grupo E el Barcelona tuvo que luchar hasta el final con el Villeurbanne para meterse en la liguilla. Finalmente el average decidió la clasificación catalana al final.
GRUPO E
1. BARCELONA (5-1)
2. VILLEURBANNE (5-1)
3. HONVED (1-5)
4. MURRAY (1-5)
En el grupo F el Panathinaikos griego repite su cita en la liguilla al lider el grupo. No lo tuvo nada fácil porque el CSKA de Moscú luchó hasta el final por la ansiada plaza. Aquí también el average fue determinante.
GRUPO F
1. PANATHINAIKOS (3-1)
2. CSKA MOSCU (3-1)
3. LEVSKI (0-4)
El Maccabi fue el equipo dominador de la liguilla con solo una derrota, los hebreos se clasifican así a su tercera final consecutiva. Para el puesto de final el Partizan y el Cantu tuvieron su particular duelo que se decantó finalmente por el lado italiano. El Barcelona con un (5-5) de balance nunca tuvo opciones serias de estar en la gran final.
LIGA REGULAR
1. MACCABI ELITE (9-1)
2. CANTU (7-3)
3. PARTIZAN (6-4)
4. BARCELONA (5-5)
5. DEN BOSCH (2-8)
6. PANATHINAIKOS (1-9)
El partido que enfrentó en el Sporthalle de Colonia a los dos equipos más potentes del continente tuvo todos los ingredientes propios de una final de Copa de Europa. En las gradas había cerca de cinco mil seguidores israelíes que en ningún momento dejaron de animar a su equipo, y bastantes menos italianos que, sin embargo, también se dejaban oír. Squibb y Macabbi se conocían perfectamente, y tanto Bianchini como Klein eran conscientes de que sus rivales contaban con dos o tres jugadores de gran calidad de los que dependía el juego de sus equipos, por lo que ambos plantearon un esquema ultradefensivo para intentar pararlos. Pero, mientras que los italianos lograban su objetivo, los macabeos se vieron impotentes para frenar a un Marzorati inspiradísimo y, sobre todo, a un incombustible Flowers, quien no sólo diluyó en la mediocridad a Earl Williams sino que se hartó de capturar rebotes en ambos tableros y de anotar ante la desorganización de la defensa israelí. Al final, triunfo merecido del equipo de Cantú, que de esta manera se convierte en el primero que conquista los tres títulos europeos (Copa de Europa, Recopa de Europa y Copa Korać).
Los italianos dieron la impresión de encontrar siempre el mejor camino a la canasta rival, mientras que el Maccabi nunca pudo superar la defensa individual de sus rivales. Berkowitz sufría el marcaje agobiante de Riva, Perry se veía obligado a lanzar a canasta desde fuera de la zona y Williams no pudo en ningún momento con el juego interior de Flowers. En el equipo italiano destacaba Pierluigi Marzorati, que dirigía a su equipo en plan maestro y siempre tenía a punto una penetración o un tiro exterior.
Así las cosas, Squibb pudo desarrollar sus habituales esquemas de juego: desgaste físico, un ritmo lento, controlado y machacón y un gran juego de conjunto. Maccabi, por su parte, perdió los papeles bien pronto y recurrió a sus individualidades, que en esta ocasión fallaron: ni Aroesti pudo conducir adecuadamente a su equipo, ni Berkowitz fue el lanzador letal de siempre, ni Williams ni Perry jugaron cómodos. Sólo Silver mantuvo su tono habitual, pero acabó perdiéndose igualmente en el juego individual de su equipo. Fueron dos conceptos de baloncesto totalmente distintos: el juego maquinal de los italianos frente a la inspiración israelí; lo que ocurrió fue que la máquina resistió y la inspiración no tuvo su día.
Estaba claro que, entre dos equipos con una gran capacidad ofensiva, la victoria caería del lado del que acertara en su estrategia defensiva. En este aspecto, los equipos italianos son auténticos maestros. Los de Cantú emplearon durante todo el partido una defensa de asignación al hombre, mientras que el Maccabi tuvo que pasar de individual a una zona 2-1-2 en la segunda parte por acumulación de personales. Parecía que este cambio defensivo le funcionaba a Klein, ya que consiguió recortar el marcador de una máxima diferencia de diez puntos (65-55) a tan sólo dos (69-67). Sin embargo, Kupec, Marzorati y Flowers serían los encargados de protagonizar una nueva escapada, hasta situar un claro 79-71 a cuatro minutos del final que resultaría ya definitivo para la suerte del encuentro.
El partido se inició con marcajes individuales en ambos conjuntos: Marzorati-Aroesti, Riva-Berkowitz, Innocentin-Silver, Kupec-Perry, Flowers-Williams. Pese a una inicial ventaja italiana (4-0), el Maccabi pronto tomó la iniciativa en el marcador gracias a su dominio en el rebote y a los lanzamientos exteriores de Berkowitz (6-12, min. 4). En ese momento surgió la figura de Pierluigi Marzorati en la Squibb. El base italiano comenzó a mostrar su habitual repertorio de juego, con una gran dirección, penetraciones y pases, de lo que se beneficiaron sus compañeros (en particular un Kupec letal en el tiro y un Flowers que se sobrepuso a su flojo comienzo de partido). El partido entró en una fase de igualdad durante el último tramo de la primera mitad, aunque un último arreón del conjunto italiano le permitió llegar al descanso con una ligera ventaja (44-39).
Tras la reanudación, el partido continuó con la misma tónica de igualdad (el Maccabi incluso logró ponerse de nuevo por delante a los dos minutos y medio, 46-47), hasta que una racha anotadora de Riva, unida al dominio total de Flowers en el juego interior, hizo que la Squibbse despegara de nuevo (65-55, min. 28). Klein ordenó entonces un cambio a defensa zonal presionante y, aprovechando un bajón en el juego de Marzorati, el Maccabi logró situarse a tan sólo dos puntos (69-67, min. 33). Sin embargo, el desgaste defensivo y la precipitación del conjunto macabeo permitió a los italianos controlar el juego hasta el final y asegurar la victoria desde la línea de tiros libres. El Maccabi quemó su último cartucho cuando se situó a tan sólo tres puntos (81-78) a falta de 1’20’’ y posteriormente Silver falló un lanzamiento que podía haber supuesto el 81-80 a falta de 40 segundos, y en la lucha por el rebote Williams cometió su quinta falta personal.
PALLACANESTRO CANTU 86
*Marzorati – 18p, 3r.
*Riva – 16p, 5r.
*Innocentin – 6p, 2r.
*Kupec – 23p, 7r.
*Flowers – 21p, 10r.
Bargna – 0p, 1r.
Cattini – 2p, 3r.
MACCABI ELITE 80
*Aroesti – 4p, 4a.
*Berkowitz – 16p, 2r.
*Silver – 16p, 6r.
*Perry – 15p, 8r.
*Williams – 15p, 9r.
Zimmerman – 14p, 6r.
Lassof – 0p, 1r.
Keren – 0p.
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