En el verano de 1.993 se celebró el EuroBasket en Munich. Alemania, aprovechando una serie de circunstancias fue el sorprendente campeón. Jugaba en casa y el desmembramiento de las dos potencias baloncestistas europeas, Yugoslavia y Rusia, la propia Yugoslavia no jugo por boicot, y Croacia otra referencia del momento, se encontraba inmersa en depresión por la muerte de Drazen Petrovic, cambió el panorama europeo. Alemania lo aprovechó para ganar el Oro tras superar en la final a Rusia por un ajustado 71-70