La NBA del 2018 nos ofreció la tónica habitual de los últimos años, una final entre los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers, la cuarta consecutiva. Los Warriors partían como favoritos y realmente cumplieron a rajatabla con su condición para ganar con gran autoridad y barrer a LeBron y compañía por (4-0). Golden State liderado de nuevo por Durant, segundo MVP de la finales de forma consecutiva, demostró que son el poder establecido en la NBA con tres títulos y cuatro finales en las últimas cuatro temporadas