El Real Madrid afrontaba su tercera final consecutiva, el Panathinaikos volvía al decisivo partido trece años después. Al final los blancos sufrieron la maldición de los últimos años, la de que el campeón de la regular no lo consolida con el título, y los verdes, después de una larga espera, se proclamaron campeones de la EuroLeague
En la fase regular el Real Madrid dominó de forma clara, sacando muchos partidos de ventaja a sus inmediatos perseguidores, Panathinaikos y Mónaco. Barcelona y Olympiacos terminaron 4º y 5º, y el Fenerbahce no aseguró su paso a los playoffs hasta la última jornada.
1. Real Madrid (27-7)
2. Panathinaikos (23-11)
3. AS Mónaco (23-11)
4. Barcelona (22-12)
5. Olympiacos (22-12)
6. Fenerbahce (20-14)
7. Maccabi (20-14)
8. Baskonia (18-16)
9. Anadolu Efes (17-17)
10. Virtus Bolonia (17-17)
11. Partizan (16-18)
12. Armani Milán (15-19)
13. Valencia Basket (14-20)
14. Zalgiris Kaunas (14-20)
15. Bayern Munich (13-21)
16. Estrella Roja (11-23)
17. ASVEL Villeurbanne (9-25)
18. ALBA Berlín (5-29)
Por vez primera la EuroLeague instauró el play-in, en el cual los clasificados de 7º al 10º se jugaron las dos últimas plazas de los playoffs. El Maccabi venció de forma clara al Baskonia (89-77) por el séptimo puesto, y la Virtus Bolonia venció al Anadolu Efes (64-67) para luchar por la última plaza. Una octavo puesto que fue para el Baskonia tras superar a los boloñeses por (89-77).
Los playoffs estuvieron muy igualados a excepción del Real Madrid vs Baskonia (3-0), y además los cruces tuvieron tintes históricos dado que hasta dos equipos fueron capaces de ganar el quinto y definitivo encuentro como visitante, circunstancia que hasta la fecha nunca había ocurrido, venciendo el Olympiacos al Barcelona (2-3), y el Fenerbahce al Mónaco (2-3). El Panathinaikos completó la final four superando al Maccabi por (3-2).
El Real Madrid comenzó la serie ante el Baskonia asegurando sus dos primeros partidos de casa de forma solvente. Después fue capaz aguantar la presión en el Buesa Arena de Vitoria, donde cerró la eliminatoria de forma contundente.
(90-74); (101-90); (98-102)
El Maccabi tuvo la voz cantante en la eliminatoria, ganando el primer encuentro en suelo heleno y luego colocando la serie con un (1-2) tras un cara o cruz, que puso contra las cuerdas al Panathinaikos. Ante esta situación límite los verdes reaccionaron en el momento preciso para ganar el 4º partido en Belgrado, ya que el Maccabi jugaba en suelo neutral por asuntos bélicos, y ya el quinto y definitivo ante el amparo de su afición.
(87-91); (95-79); (85-83); (88-95); (81-72)
El Mónaco quería repetir la hazaña de volver a disputar una final four, pero se topó con un Fenerbahce que manejó mejor la presión en partidos clave. Los turcos siempre estuvieron un paso por delante en la serie tras ganar dos partidos en el principado, incluido el quinto y definitivo encuentro, hasta ahora algo inédito en la competición.
(91-95); (93-88); (89-78); (62-65); (79-80)
Olympiacos siempre se mantuvo muy competitivo ante un Barcelona que no terminó de estar cómodo en la serie. Así los griegos fueron capaces de ganar el primer y el último partido de la eliminatoria, ambos en Barcelona, y poder así jugar una nueva final four.
(75-77); (77-69); (80-82); (92-58); (59-63)
Tras los playoffs llegó la ansiada Final Four, que este año se celebro, como en el 2016, en la capital alemana de Berlín. De los cuatro equipos, dos, Real Madrid y Olympiacos, repetían F4, ambos pasarían de jugarse el título del 2023 a enfrentarse en semifinales, y volvían al crucial torneo el Fenerbahce y el Panathinaikos, estos tras doce años de sequía.
En la primera semifinal el Panathinaikos se mostró superior en todo momento al Fenerbahce. Los griegos afrontaron con mayores garantías el encuentro, y más aún cuando se fueron en el marcador de forma clara en el tramo final del encuentro. El entrenador de los turcos, Saras Jasikevicius, volvía a irse de vacio en su sexta F4, tras ser incapaz de llegar ni a los 60 puntos anotados.
Panathinaikos 73
*Nunn – 14p, 4r, 3a
*Grant – 13p, 2r, 2a
*Papapetrou – 9p, 2r, 2a
*Lessort – 17p, 10r, 2br
*Mitoglou – 2p, 4r, 2br
Sloukas – 4p, 3a, 2r
Kalaitzakis – 5p, 4r
Grigonis – 6p, 3a, 1r
Hernángomez – 3p, 1r, 1br
Antetokounmpo – 0p, 2r, 1t
Fenerbahce 57
*Calathes – 5p, 9r, 4a
*Wilbekin – 2p, 2r, 2a
*Pierre – 0p
*Hayes-Davis – 14p, 4r, 2a
*Motley – 0p, 1r
Dorsey – 2p, 1r, 1a
Guduric – 10p, 2r, 2a
Biberovic – 4p, 2r, 2a
Sestina – 10p, 2r
Sanli – 7p, 2r, 1a
Papagiannis – 3p, 1r
En la otra semifinal el Real Madrid dominó en todo momento. Una gran primera parte le permitió coger ventajas en torno a los veinte puntos. A partir del descanso el Olympiacos recortó ventajas en su intento por meterse en el partido, pero la victoria siempre tuvo un claro color blanco.
Real Madrid 87
*Campazzo – 3p, 9a, 5r
*Musa – 20p, 3r, 2a
*Hezonja – 12p, 6r, 2br
*Ndiaye – 0p, 1r
*Tavares – 9p, 4r, 3t
Rodríguez – 8p, 4a, 3r
Llull – 9p, 3a, 1r
Causeur – 4p, 1r, 1t
Yabusele – 11p, 2r, 1br
Poirier – 11p, 3r, 1t
Fernández – 0p, 1r, 1a
Abalde – 0p
Olympiacos 76
*Walkup – 4p, 5a, 3r
*Canaan – 7p, 1a
*Papanikolaou – 3p, 3r
*Peters – 23p, 10r, 1a
*Fall – 2p, 6r, 2a
Williams-Goss – 15p, 4r, 4br
McKissic – 17p, 4r, 3br
Petrusev – 5p, 1r
Wright – 0p
Milutinov – 0p, 2a
El Panathinaikos, con Ergin Ataman en el banquillo, vuelve a ser campeón de Europa trece años después. El Madrid fue el Madrid sólo durante medio partido. Luego pagó un colapso en ataque del que fue incapaz de escapar. Chus Mateo probó con todo y con todos, pero el equipo blanco sólo fue capaz de anotar 23 puntos en los dos últimos cuartos cuando en el primero se había disparado hasta 36. El 3/20 en triples fue la tumba de los blancos. El Panathinaikos se apuntó la Séptima (1996, 2000, 2002, 2007, 2009, 2011 y 2024) con todo merecimiento, con Sloukas, MVP de la final, al frente.
Chus Mateo dobló la apuesta de semifinales. Ndiaye volvió a ser titular. ¿Su respuesta? El canterano de 19 años anotó 8 puntos en un par de minutos, con dos triples incluidos. Fue el avance de la avalancha en que se convirtió el Madrid en el primer cuarto. Las dos faltas que cometió Tavares en los albores de la final no frenaron a un equipo que compareció desatado. La diferencia con la semifinal es que enfrente había un equipo con mucha dinamita en ataque.
Por eso los griegos salieron vivos del primer asalto. Cualquier otro rival hubiera acabado en la lona por el acierto que mostró el Madrid. 36 puntos encajó el Panathinaikos, la cantidad más alta recibida en un cuarto en toda la temporada llegó en el peor momento. Chus Mateo tenía muy claro que había que atacar la defensa de Nunn. Lo hizo Musa y el plan funcionó a la perfección. El bosnio anotó y el escolta estadounidense se cargó con tres faltas. La dinámica con que empezó la final se prolongó hasta el arranque del segundo cuarto cuando el Madrid ofreció unos números mareantes: por encima del 70 por ciento en tiros de dos; rozando el 70 en triples y el 90 en tiros libres. Por eso la ventaja llegó a los 14 puntos (41-27) cuando todos los «viejitos» estaban en pista.
Ataman recurrió al cupo de secundarios entre los que estaban Juancho Hernangómez o Vildoza. Dos tipos a los que ha zurrado verbalmente de lo lindo. Su presencia, junto a Grant, fortaleció al quinteto griego atrás. Y la final viró. Los griegos se pusieron en manos de Lessort y Sloukas, dos de sus tres piezas decisivas. El pívot empezó a hacer daño en ataque. Poirier contestó, pero en la zona del Madrid no mandó como en otras veladas. El base asumió responsabilidades anotando y la diferencia estuvo pronto al borde de la extinción (46-45). El Madrid se había ablandado en defensa después de unos minutos sobresaliente liderado por Rudy atrás. El mérito es que fue capaz de rearmarse después del primer arreón griego. Un triple de Musa y otro de Campazzo abortaron el intento inicial de los atenienses.
El acierto exterior no se prolongó en el tercer cuarto. El Madrid empezó a fallar, Tavares y Campazzo cometieron su tercera falta y los griegos siguieron anotando con cierta regularidad. En el segundo intento, el Panathinaikos sí tomó el mando (56-58). El partido entró en un trance caótico que, en el fondo, benefició al Madrid. Cada lanzamiento de tres (0/9 en este periodo) era garantía de error. Tocaba rearmarse atrás porque el colapso en ataque era monumental. El Madrid se quedó en siete puntos en el tercer cuarto, el peor registro en toda la temporada. Sin ataque, el trabajo atrás permitió parchear un desastre que se evidenciaba con un 3/15 en el tiro. Aún con eso, el equipo no se había despeñado ante el tramo decisivo (61-64).
Pero el Madrid seguía sin encontrar la fluidez con la que se presentó en la final. Con Sergio Rodríguez a los mandos el equipo tampoco fluía. Un triple de Mitoglou y una canasta de Grant encendieron todas las alarmas (65-73). Chus Mateo dio la dirección a Campazzo y apostó por situar al equipo en zona 2-3, una defensa de las de toda la vida. El Panathinaikos se puso en manos de Sloukas. El base clavó dos triples para desmontar la zona que, en principio, había desconcertado a los griegos. A Sloukas le respondió Llull. Su aparición después de once errores seguidos desde la línea de tres reenganchó al Madrid a la final (76-79). Nunn, con sus cuatro faltas, tomó el relevo de Sloukas y la final empezó a escaparse. Porque en el Panathinaikos empezaron a sumar casi todas las piezas y los blancos tenían que pagar una debacle ofensiva imposible de soportar en una final de Euroliga. No hubo Duodécima, sí la Séptima del Panathinaikos.
Panathinaikos 95
*Nunn – 21p, 3r, 3a
*Grant – 11p, 6r, 5a
*Papapetrou – 4p, 1r
*Lessort – 17p, 6r, 1a
*Mitoglou – 8p, 3r
Sloukas – 24p, 3a, 2r
Vildoza – 3p, 1r
Grigonis – 0p, 1r
Hernangómez – 5p, 4r, 1a
Antetokounmpo – 0p
Kalaitzakis – 2p, 2r
Balcerowski –
Real Madrid 80
*Campazzo – 12p, 4a, 2r
*Musa – 15p, 5r, 4a
*Hezonja – 8p, 8r, 2a
*Ndiaye – 8p, 1r
*Tavares – 4p, 4r, 1t
Rodríguez – 11p, 2r, 2a
Llull – 6p, 1a
Fernández – 0p, 3br, 1a
Yabusele – 6p, 1r
Poirier – 8p, 4r, 2a
Causeur – 2p
Abalde –