En la primera fase el grupo A nos deparó la clasificación del Bilbao y la prematura eliminación de un historico como el Caja Laboral. El Cantu tras muchos años fuera de la élite se clasifica entre los mejores. Fenerbahce Ulker y Olympiacos disputaron un mano a mano hasta el final. En el grupo B CSKA no perdió ni un solo partido, Panathinaikos fue un sólido segundo. Unicaja y Zalgiris se clasifican con un balance negativo
En el grupo C el Real Madrid y el Maccabi mantuvieron un mano a mano por el liderato hasta el final. Anadolu y el Milán pasaron con lo justo y otro historico como el Partizan se marcha a las primeras de cambio. En el grupo D Barcelona, Montepaschi Siena y Unics Kazan se disputaron las primeras plazas. Galatasaray con balance negativo se clasifica y tanto el Asseco Prokom como el Union Olimpija fueron los dos equipos con peor balance
OLYMPIACOS (6-4)
BARCELONA (9-1)
En el TOP-16 como siempre las emociones se llevaron al límite. En el grupo E el CSKA mostró desde el principio un gran dominio de la situación. La segunda plaza fue un mano a mano entre el Olympiacos y el Galatasaray, solo el average metió a los griegos en los playoff. En el grupo F la igualad se llevó al estremo. Montepaschi Siena, Bilbao y Real Madrid empataron a (4-2) y los blancos se fueron a su casa. En el grupo G Panathinaikos terminó lider y la segunda plaza fue para Unics Kazan en dura lucha con el Armani Milán, aquí también el average fue protagonista. En el grupo H el Barcelona terminó como único invicto, el Maccabi fue el octavo clasificado tras otra vez gracias al average superar al Cantu. Cinco de las ocho plazas del playoff se tuvieron que decidir por el average, un TOP-16 impresionante.
GRUPO F
MONTEPASCHI SIENA (4-2)
GESCRAP BILBAO (4-2)
REAL MADRID (4-2)
UNICAJA MALAGA (0-6)
GRUPO G
PANATHINAIKOS (4-2)
UNICS KAZAN (3-3)
EA7 ARMANI MILÁN (3-3)
FENERBAHCE ULKER (2-4)
GRUPO H
BARCELONA (6-0)
MACCABI ELECTRA (3-3)
BENNET CANTU (3-3)
ZALGIRIS KAUNAS (0-6)
Olympiacos arrancó el cruce con una victoria clave en suelo transalpino. Los de Siena reaccionaron en el segundo pero luego los helenos se hicieron fuertes en casa para ganar (1-3). Olympiacos no entraban en las quinielas de nadie pero ya están en la final four.
El Panathinaikos disputó con el Maccabi el cuartos de final más igualado de todos, fue una verdadera batalla. Los verdes ganaron de veinte puntos el primer partido, pero fue un espejismo porque los amarillos ganaron dos partidos seguidos, el primero en suelo griego que puso al Maccabi al borde del playoff. Pero el Panathinaikos volvió ofrecer su versión más competitiva y logró salvar un vida o muerte en Israel y ganar el quinto partido en un cara o cruz brutal.
La final four comenzó con un trepidante partido entre el CSKA y el Panathinaikos. Los griegos comenzaron con fuerza y al primer cuarto ya doblaban el marcador. El CSKA supo reaccionar de cara al descanso e igualar el partido. Durante toda la segunda mitad el partido fue un toma y daca hasta que en un final de infarto los rusos supieron refrendar su condición de favorito y meterse en la final. Los helenos como se esperaban fueron un rival terrible.
Pero si el CSKA lo había pasado mal, no fue nada comparable con lo que sufrieron los catalanes. Nadie contaba con el Olympiacos, uno equipo que nadie podía pensar que pudiera estar aquí a estas alturas pero los rojos se llevaron la victoria ante el mega favorito Barcelona. Los griegos desde el primer minuto se hizo con el tempo del partido y se jugó a lo que ellos quisieron. Un Barça siempre incomodo vió impotente como el Olympiacos culminaba la gran sorpresa.
Únicamente Spanoulis y Papanikolaou estaban dando la cara en el conjunto de El Piero, aunque su contribución era a todas luces insuficiente ante un CSKA que amenazaba con romper la final (34-53, min. 28). Pero el conjunto griego no se rindió, y gracias a una defensa durísima y una gran efectividad en ataque logró un parcial de 18-2 que igualó de nuevo el partido (52-55, min. 36). A partir de ese momento hubo un intercambio de faltas y tiros libres en el que el Olympiakós, en clara progresión física y emocional después de remontar 19 puntos al CSKA, se mostró más acertado. En los últimos segundos, los fallos desde la línea de personal de Šiškauskas fueron cruciales para posibilitar uno de los finales más dramáticos en la historia de la Euroliga, con una postrera canasta de Printezis casi sobre la bocina.