Final EuroLeague 1986: Con la descalificante de Sabonis la Cibona gana su segundo título

por Roberto Anidos publicado en 1986 Cibona Zagreb Década 80 EuroLeague Zalgiris Kaunas
Tras las dos primeras rondas se clasificaron los mismos del año anterior con la excepción de un Zalgiris Kaunas liderado por el gran Arvidas Sabonis. Además los lituanos entraron con fuerza en la competición porque fueron capaces de llegar hasta la gran final pero esto es más adelante

La Cibona eliminó al Galatasaray en el primer cruce y al Klosterneuburg en el segundo
El Zalgiris Kaunas eliminó al Slovnaft en el primer cruce y al Akademic en el segundo
El Olimpia Milan eliminó al Dudelange en el primer cruce y al Helsingin en el segundo
El Real Madrid eliminó al Murray BC en el primer cruce y al Fribourg en el segundo
El Maccabi eliminó al Kingston en el primer cruce y al Den Bosch en el segundo
El Limoges eliminó al Oostende en el primer cruce y al Aris Salónica en el segundo
La liguilla terminó con la Cibona de Petrovic y el Zalgiris de Sabonis copando las dos primeras plazas que otorgan las plazas de la final. Ambos equipos terminaron con un balance de (7-3). El Milán siempre tuvo opciones de meterse en la final pero finalmente se quedaron a las puertas. El Real Madrid siempre estuvo lejos del objetivo.
LIGA REGULAR
1. CIBONA   (7-3)
2. ZALGIRIS KAUNAS   (7-3)
3. OLIMPIA MILAN   (6-4)
4. REAL MADRID   (5-5)
5. MACCABI   (4-6)
6. LIMOGES   (1-9)
En un partido bronco, duro y descontrolado, la Cibonade Zagreb se encontró en su salsa y logró conquistar su segunda Copa de Europa consecutiva. La final vino condicionada por la descalificación de Sabonis en el minuto 31, tras propinar un puñetazo a Mihovil Nakić en respuesta a una agresión del jugador yugoslavo a su compañero Krapikas. A partir de ese momento, el Žalgiris fue un juguete roto en manos de los que mejor saben “jugar” al baloncesto: Dražen Petrović y compañía (aunque en esta ocasión el escolta yugoslavo no brilló como en otros partidos).
Los prolegómenos de la final hacían prever lo que iba a ser su conclusión: de los 12.500 espectadores que abarrotaban el Palacio de Deportes de Budapest, cerca de 8.000 eran seguidores de la Cibona, mientras que los del Žalgiris no pasaban de 100. Por otro lado, el encuentro se presentaba muy caldeado, puesto que los incidentes habían presidido los enfrentamientos entre ambos equipos durante la liguilla previa.
Los primeros minutos del choque evidenciaron el nerviosismo de ambos equipos, que hacían gala de una gran precipitación y una mala selección de tiro. Los soviéticos habían establecido un marcaje especial sobre la estrella yugoslava, Dražen Petrović, a quien vigilaba Krapikas ayudado en ocasiones por Kurtinaitis. Por su parte, el mejor jugador del Žalgiris, Arvydas Sabonis, era defendido por Arapović, quien recibía constantes ayudas del mejor defensor de la Cibona, Mihovil Nakić. En estas situaciones de 2 contra 1, Sabonis tenía siempre las de ganar —especialmente cerca del aro— a pesar de las constantes provocaciones y fricciones de sus defensores con la intención de desequilibrar al pívot lituano. De esta forma, el Žalgiris llevó constantemente la iniciativa en el marcador, aunque con ventajas que nunca superaron los cuatro puntos de diferencia (7-11), debido a los numerosos fallos en el lanzamiento exterior. Sin embargo, a partir del minuto 9 Petrović entró en juego definitivamente (logró sus primeros dos puntos del partido), y esto hizo que la Cibona diese la vuelta al encuentro. En el minuto 16 los plavi ya ganaban de siete puntos (37-30), y a falta de un minuto para el descanso Kurtinaitis cometió su cuarta falta personal. Pintaban bastos para los de Kaunas.
La segunda mitad continuó por los mismos derroteros que la primera: en el Žalgiris únicamente funcionaba el juego interior con Sabonis, mientras que la Cibona dependía de sus escoltas y aleros. La ventaja yugoslava se agrandaba (54-41, min. 23), aunque, a base de apretar los dientes en defensa, los soviéticos lograron reducir diferencias (58-52, min. 26). Entonces llegó la jugada clave que decidió la final: con un marcador de 68-61 favorable a la Cibonay con balón en posesión de los de Kaunas, éstos fallan el tiro, y en el contraataque se escapa en solitario Mihovil Nakić; cuando el yugoslavo va a entrar a canasta es objeto de una clara falta intencionada por parte de Krapikas, que le da un “hachazo”. Nakić se revuelve y agrede al jugador lituano con un codazo, y es entonces cuando Sabonis, que había recorrido toda la pista, llegó para propinar un puñetazo en el rostro del jugador de la Cibona. Los árbitros no lo dudan un instante y señalan técnica descalificante al pívot lituano (aunque, por el contrario, parecen pensárselo bastante más para hacer lo mismo con Nakić, el otro agresor a balón parado, tanto que al final ni lo expulsan…). Sin su máxima estrella y mejor jugador del partido, el Žalgiris dijo adiós definitivamente a la final. En tres minutos la Cibona, de la mano de un extraordinario Zoran Čutura, puso tierra de por medio (74-63, min. 34) y se aseguró la victoria ante un desmoralizado equipo soviético. El partido concluyó como un correcalles indigno de toda una final europea, con chulerías de unos y otros y los clásicos intentos de humillación de Petrović (ni eso le salió en este partido).
cibona

CIBONA   94
*D.Petrovic – 22p, 5r, 5a.
*Cvjeticanin – 24p, 3r, 2br.
*Usic – 23p, 4br, 3r.
*Nakic – 7p, 6r, 4t.
*Arapovic – 2p, 2r, 1br.
Cutura – 16p, 3r.
Pavlicevic – 0p, 1br.
Vukicevic – 0p.
Zalgiris Kaunas

ZALGIRIS KAUNAS   82
*Homicius – 13p, 3a, 3br.
*Jovaisa – 18p, 2r, 2br.
*Kurtinaitis – 5p, 5r, 3br.
*Krapikas – 4p, 1r, 1br.
*Sabonis – 27p, 14r, 4br.
Brazys – 6p, 1a.
Visockas – 3p, 2br, 1r.
Civilis – 6p, 1r.
Lekarauskas – 0p.

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