Final EuroLeague 1977: El Maccabi estrena su palmares en un año marcado por la política
Roberto Anidos
La competición da comienzo con 24 equipos. Encuadrados en seis grupos de cuatro y tres equipos, el campeón de cada grupo se clasificará para la liguilla final
PRIMERA FASE
GRUPO A
VARESE (5-1)
LEVERKUSEN (4-2)
ECZACIBASI (3-3)
SANICHAUFER (0-6)
GRUPO B
REAL MADRID (6-0)
CRYSTAL PALACE (3-3)
FEDERALE (3-3)
SPORTING CP (0-6)
GRUPO C
CSKA MOSCU (6-0)
ALVIK (3-3)
PLAYHONKA (2-4)
WISLA (1-5)
GRUPO D
MAES PILS (5-1)
ASPO TOURS (3-3)
WIEN (2-4)
AMSTELVEEN (2-4)
GRUPO E
MACCABI (5-1)
VIRTUS BOLONIA (3-3)
DINAMO BUCAREST (2-4)
OLYMPIACOS (2-4)
GRUPO F
BRNO (3-1)
PARTIZAN (2-2)
AKADEMIK (1-3)
Tras la primera fase la liguilla regular la juegan el VARESE, REAL MADRID, CSKA MOSCU, MAES PILS, MACCABI y BRNO. 10 jornadas decidirán a los dos primeros, los cuales jugarán la gran final. Este año fueron otra vez y como en toda la década de los 70 los italianos del Varese y el Maccabi, aunque estos con una enorme polémica con acontecimientos politicos que marcaron el devenir de la competición. En lo deportivo excepto el Brno que no ganó ni un partido el resto de los cinco equipos fue una lucha sin cuartel por las dos plazas.
LIGA REGULAR
VARESE (7-3)
MACCABI (6-4)
CSKA MOSCU (6-4)
REAL MADRID (6-4)
MAES PILS (5-5)
BRNO (0-10)
Este año la final se jugó en Belgrado y por primera vez en la historia, un equipo israelí, el Maccabi de Tel Aviv, llegó a la final de la Copa de Europa, aunque lo hizo rodeado de una gran polémica, ya que logró en los despachos dos victorias técnicas frente a equipos de países comunistas (Spartak-Zbrojovka Brno y CSKA Moscú) que se negaron a jugar en Israel por motivos políticos, y disputó los partidos como visitante contra estos mismos conjuntos en canchas neutrales de Bélgica (que, con la asistencia mayoritaria de aficionados hebreos, no tuvieron nada de neutrales). El resto de participantes en la liguilla semifinal protestaron ante esta situación ventajosa para el Maccabi —amén del absurdo de ver que un país de Oriente Medio como Israel puede participar en una competición europea—, pero la FIBA nunca pensó que el “débil” equipo israelí lograra llegar tan lejos en la competición, y cuando quiso darse cuenta el conjunto macabeo ya se había clasificado para la final (aunque, pese a sus dos victorias técnicas logradas en los despachos y otras dos en terreno “pseudoneutral”, tuvo que esperar a una carambola en la última jornada, tras un triple empate con Real Madrid y CSKA).
En la final, disputada en Belgrado, el Maccabi tuvo enfrente al duro y experimentado equipo de la Mobilgirgi, gran dominador del baloncesto europeo en los años 70, que ya le había derrotado con claridad en los dos partidos de la fase previa. En las gradas del pabellón Pionir, los aficionados italianos se frotaban las manos antes del partido, ya que pensaban que enfrente estaría el “Maccabi de Levantar”, un rival asequible que se había clasificado rocambolescamente por delante de escuadras más potentes como el Real Madrid y el CSKA de Moscú (precisamente porque la Mobilgirgi “tiró” el último partido en Moscú, a donde acudió con un equipo de circunstancias). Sin embargo, lo que se encontraron los tifosi varesinos fue un equipo ordenado y bien dirigido desde el banquillo, que desde el primer minuto demostró que no había venido a Belgrado de turismo.
Desde los compases iniciales, la defensa de los macabeos puso en serios aprietos a la Mobilgirgi. RalphKlein había diseñado un esquema de asignación individual que no se concentraba tanto en la figura varesina, Bob Morse, sino que defendía la zona de pase entre Ossola y el alero norteamericano. Esta táctica pareció funcionar en un principio, ya que Morse no consiguió sus primeros puntos hasta el minuto 8 de partido, cuando el Maccabi ya doblaba en el marcador a la “Girgi” (14-7). Aulcie Perry, con sus brazos interminables, era un coloso bajo el aro propio, intimidando a su par Meister y cogiendo infinidad de rebotes. Los errores se sucedían en un conjunto varesino extrañamente nervioso, y de esta forma el campeón israelí lograba su máxima ventaja del partido (30-19, min. 16). El Maccabi logró llegar al descanso con una renta sustancial (39-30), a pesar de los problemas de faltas de Aulcie Perry (al que la picardía de Meneghin logró sacar cuatro personales seguidas cuando Sandro Gamba sustituyó a Meister por Bisson e intercambió las asignaciones de sus pivots).
En la reanudación, el cuadro hebreo cambió a defensa en zona para proteger a sus hombres más cargados de faltas. Esto hizo que Meister despertara y llevara a su equipo a acercarse en el marcador (47-45, min. 26). En ese momento, Tal Brody y Jim Boatwright tiraron del carro macabeo y consiguieron mantener una situación de igualdad ante el empuje italiano, que por primera vez en todo el partido logró empatar (61-61, min. 33). El conjunto israelí no se puso nervioso, y consiguió entrar en el tramo final del encuentro con una iniciativa constante en el marcador. A falta de un minuto para el final, con ventaja de un punto para el Maccabi (76-75), Bisson falla una clara ocasión de poner por delante a su equipo. Con tan sólo 12 segundos de juego, con el marcador en 78-77 para los macabeos y posesión de balón, Lou Silver falla un tiro crucial pero atrapa su propio rebote, aunque el árbitro inglés Turner le pita unos pasos increíbles ante la desesperación de los jugadores israelíes. Quedaban siete segundos y parecía que la Mobilgirgipodría imponer finalmente su experiencia y favoritismo con un último tiro. Los italianos ponen el balón en juego y Ossola intenta el pase hacia Morse, pero la fuerte defensa del Maccabi hace que el balón vaya fuera. A falta de un solo segundo y balón en posesión, el conjunto israelí no tiene ya ninguna dificultad en hacerse con la victoria.